En una América Latina convulsionada por la pandemia de coronavirus, Uruguay se destaca por el éxito de su estrategia, con la cual parece haber domado la expansión del virus. Controlada la situación sanitaria, y con una agenda cargada que quedó en suspenso prácticamente desde el momento en que asumió, el presidente Luis Lacalle Pou se apresta ahora a retomarla. Y una de sus medidas contempla un impacto directo para la Argentina. Con el objetivo de atraer migrantes de alto poder adquisitivo, el país vecino flexibilizó este miércoles los requisitos para otorgar la residencia fiscal.
Lacalle Pou ya había anunciado sus intenciones de hacer
esto dos meses antes de asumir. Fue en enero cuando desempolvó un eventual plan
para mejorar las condiciones para que los extranjeros de grandes patrimonios se
radicaran e instalaran empresas en Uruguay.
El proyecto de la flexibilización de los requisitos se
acaba de materializar en un decreto que agrega dos nuevas vías para obtener la
residencia fiscal, lo que alivia la carga impositiva y puede ser un llamador
para tramitar también la residencia legal o migratoria.